“Y dice Durito que, en realidad el poder no oferta más libertad
Que la de elegir entre múltiples opciones de muerte”
(Desde las montañas del sudeste mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos. 2003)

Esos compañer@s que ante la opción de elegir entre los diversos caminos que ofrecía el discurso dominante, miraron más lejos, y miraron dos veces; y se dieron cuenta que esas rutas llevaban al mismo lugar, pero además vieron que ese lugar no era al que querían llegar, por lo que se dieron a la tarea de construir un nuevo camino, uno lleno de esperanza y nunca antes trazado, en el que se valore y respete la vida. Pero este camino no fue fácil de construir, y mientras avanzaban más y más en este ruta hacia una vida digna, más comprometían la suya. Por esto, reivindicamos a esos compañer@s que comenzaron a moldear los caminos que hoy transitamos, de quienes heredamos las herramientas para seguir construyendo dicho camino hacia una vida en Paz y Digna.

Hoy compañer@s, elllamado que queremos extender, es el del reencuentro con, y por la memoria, con eso que nos da el empujoncito para ser, sentir y actuar. Eso que nos permite por medio de la autocrítica y la autoreflexión, orientar día tras día, las formas y los medios para desarrollar la lucha. Eso que un día nos incentivó a preparar las manos, los pies, la mente y el corazón para perder el rostro y poder salir y hacer frente, a la manera de nuestras posibilidades, es decir con nuestra vida misma, a ese siniestro sistema de represión al que llamamos terrorismo de Estado.
Nunca sobrará decirlo compas… una vez más salimos a exaltar la vida a reivindicar la de cada uno de esos luchador@s que prepararon este terreno sobre el que hoy corremos; una reivindicación en la que reconocemos a nuestr@s compañer@s no como víctimas, SÍ no como COMBATIENTES…
Ahí, entre las multitudes, Sin Necesidad de Figurar.